En 1985 salió la película St. Elmo's Fire, en el español se le dio el título de El primer año del resto de nuestras vidas, porque era mucho más acorde y fácil de entender -supongo-, pues la cinta narra la historia de vida de siete amigos de la universidad en su primer año después de haber egresado.
Yo no la vi en el cine cuando se estrenó, era muy joven y no se me permitía el acceso a la sala cinematográfica. La vi años después, cuando salió en video. La rentamos en un Videocentro que estaba por la casa, en avenida Miguel Ángel, en La Estancia; entonces todavía existían los cassettes Betamax, de hecho, eran "lo de hoy"... ahora solamente son un recuerdo para gente como yo y más grande que yo.
Ésa película me gustaba mucho, salían -a mi gusto- algunos muchachos de buen ver (a excepción de Emilio Estevez) y las historias de cada uno de los personajes me resultaban bastante interesantes... Alguna vez pensé que yo podría ser uno de los personajes "cuando fuera grande", jajaja.
El hecho, es que Luis, Alexiel y yo, acabamos de concluir "el primer año del resto de nuestras vidas".
Justo hace un año, estábamos Luis y yo en hospital con nuestro hijo... me recuerdo acostada sobre la cama mirando un ventilador de techo que me recordaba muchísimo a Patricio, el amigo de Bob Esponja; a un lado de mi estaba Luis con Alexiel en brazos y mil de gente alrededor.
Este primer año ha estado lleno de todo: de angustia cuando no entendía por qué lloraba; de emoción, cuando empezó a sostener el biberón con sus manos; de alegría, cuando se sentaba solo; de tristeza, cuando veía que se quedaba encantado de la vida en guardería mientras yo me iba; de preocupaciones, cuando se enferma; de gusto, de verlo gatear tan feliz y contento por aquí y por allá; de enojos, cuando le llega la hora del drama y no hay forma de hacerlo callar... de una felicidad infinita, por tenerlo conmigo y escucharlo decir "papá" o "mamá" o "aba".
Alexiel nos ha hecho muy felices a Luis y a mí; a mis papás y a mis suegros; a mi hermana y a mis cuñados; a la familia entera, porque de verdad que ya hacía falta un bebé en nuestras vidas.
Su primer año lo celebramos todos los días, pero hoy hicimos una pequeña reunión en torno a él, con pastel y gelatina, aunque él no haya comido nada de eso.
La verdad es que éste, "el primer año del resto de nuestras vidas", ha sido un ciclo fabuloso y vienen muchos más y eso me llena de emoción.
¡Feliz Cumpleaños Alexiel!