domingo, julio 19, 2009

UN BREVE RECUENTO


Tenía tanto sin escribir y tan pocas ganas de hacerlo, que ya había olvidado mi contraseña... jajaja
Sin embargo, ahora estoy de humor, y desde la última vez que escribí a la fecha han sucedido muchas cosas súper interesantes (al menos para mí).
El asunto es que después de más de tres años de estar soportando a la persona más nefasta del universo (al menos del mío), renuncié a mi trabajo y la mandé al demonio (para estas fechas ya habrá entendido en su neurótica, estúpida y madirleña cabecita que es insoportable). La verdad es que me siento súper bien. Me quité tres toneladas de estrés de una buena vez y, como dice Oprobio, un alacrán del cuello.
Así, desde hace poco más de dos semanas, mi vida marcha genial; estoy trabajando en la maternidad, cosa que había relegado por la cobertura de la agenda pública y el estar inventando "temas" (una especie de nototototas) que prácticamente a nada llevaban y dudo mucho que significasen algo para los (quizá) pocos lectores de la sección, una sección que desde que esta mujer llegó al poder vino de más a menos y menos y ultra mega menos, rayando en nada.
Me cansé harto y así, de una día para otro, sin pensarlo demasiado, me decidí a renunciar, a pesar de no tener ninguna claridad al frente, más que la certeza de que finalmente haría a un lado a este ser nefasto.
Por eso no tengo trabajo ahora y lo estoy buscando, pero en eso no hay estrés... aunque sé que las cosas no están de lo más fáciles del mundo y que los trabajos no se dan en los árboles, estoy confiada en que algo saldrá... porque ésta vez tomé la mejor decisión del mundo y para nada fue apresurada, pues en realidad desde que empecé a conocer la clase de persona que era ésta (una a la cual, por cierto, en un principio me ocupe de defender ante los otros); alguien verdaderamente malo, que quizá es resultado de la amargura que ha acumulado en sus 40 años de vida y el hecho de que aparentemente en su casa (de la cual habla maravillas) nadie la quiere, porque si la quisieran, creo que en nueve años ya habrían venido a visitar, ¿no?
En fin, que me siento bien... aunque me quedé con las ganas de reventarle el hocico y patearla en el estómago, la espalda, las piernas y su empanizada cara... jajaja
¡Oh por Dios... con solo imaginarlo basta para sentirme genial!
Bueno, pues así las cosas... cuando decidí renunciar, pensé que podría ser un estupendo regalo de cumpleaños no volver a ver a esa basura (aunque sé que en algún momento me la encontraré de nuevo) y así sucedió. El 2 de julio lo pasé en mi casa, con Alexiel y con Luis (un poco crudilla, eso sí... porque el miércoles nos salimos a festejar).
Por ahora, estoy a la caza de un trabajo, pero como soy bien roña (jajaja), quiero algo que no me aleje del todo de esto que me encanta (escribir, cubrir eventos, hacer "temas"... reportear), pero que de ser posible se ajuste a un horario, porque tampoco quiero desprenderme de la maternidad que estoy ejerciendo ahora (aunque Alexiel es un huracán y me deja harto cansada). Ya veremos si sale algo así... confío (insisto) en que así será.
Opciones, de momento hay algunas por ahí... pero todavía falta rascarle un poco más y ver si se me hace eso de dar clases, aunque sea solamente para sacarme esa espinita de mi ser... pero eso, como dijo el ciego, "ya veremos".
Así las cosas con este súper breve recuento de la felicidad de estar haciendo lo que hago ahora.