jueves, noviembre 13, 2008

OTRA VEZ EN MIÉRCOLES


Hubo una etapa en que salía con Liliana y sus compañeros del periódico (en ese entonces yo estaba en prensa de la UdeG) prácticamente toda la semana; descansábamos los domingos. Cada día era un sitio distinto, llámese baresillo o restaurasillo o cafeterisilla (jajaja), el hecho es que siemprer había un sitio a donde caerle para tomar un par de chelas (o quizá dos pares o tres).

Después, el ritual se hizo los jueves y luego, cuando Mariana cruzó el charco, Liliana y yo comenzamos a salir los miércoles, acompañadas ocasionalmente por Norma y Karla.


El hecho es que desde hace unas cuantas semanas he comenzado a salir nuevamente en miércoles. Ahora ya no somos solamente dos personas (Liliana y yo), sino cuatro: Rebeca (Público), Ricardo (La Jornada), Lalo y yo (Informer).


La primera vez nos fuimos al baresillo del Hotel del Parque, pues un día que pasaba por ahí (me tomé una cerveza con J.Lo, de Mural, cosa que Rebeca no me ha perdonado aún) me dí cuenta de que las chels estaban a 10 pesitos. Así que después me di a la tarea de sugerir a los antes mencionados, que debíamos ir a degustar una poca de esa espumosa bebida.


Así fue... fuimos, y disfrutamos enormemente de esa oferta. Además, nos alcanzó el dinero para comprarnos unas papas bien chidas. A la semana siguiente regresamos al lugar, igual, disfrutando de gastar poco y tomar harto, aunque no se caracterizan por tener buena música.


En un afán por darle variedá a la fiesta, al siguiente miércoles nos fuimos al Californias (a 12 pesitos la chela), de ahí nos pasamos a La Santa a cruzarnos felices y contentos con los martinis (hasta Lalo salió hasta las chanclas de ahí, y eso que él no toma, pero como están tan suavesillos y riquillos los martinis, pos da la impresión de que uno se está tomando un inocente juguito).


Ya para la otra semana decidimos cambiar nuevamente de ambiente y nos fuimos al Coyote Rojo, un bar que está justo frente al Expiatorio (a un lado de donde vivía cierto astrólogo), donde dan hartas palomitas, buena música y videos, y la León está a 15 pesos, pero con el inconveniente de que cierran a las 12. Me parece que ahí fuimos dos veces más, la última ocasión fuimos a seguirla a casa de Rebeca.


Además, en un par de mini-ocasiones nos acompañó al Coyote el joven y ameno Alejandro (Mural).

La semana pasada el "tour" nos llevó al bar Xentro, en la esquina de 8 de julio y Piter Brunet. Cuando descubrimos que la Indio costaba 15 pesotes, decidimos cambiar de sede, a un bar sobre 8 de julio, entre Piter y Juárez, donde leíe en un cartel que la cubeta estaba a 120 pesos. Pedimos Victoria. Ahí nos acompañó Marcela (Mural), sin duda una divertida compañera de farra.


Ayer cambiamos nuevamente la sede, nos fuimos a una linda cantinita-bar, El Morelias, en Epigmenio ¿González?, a media cuadra (creo) de 8 de Julio. Esta vez no nos acompañron ni Marcela, ni Alejandro... e incluso la Rebequilla llegó a las mil, pero lo pasamos bien... como todos los miércoles lo hacemos.

sábado, octubre 25, 2008

DIMENSIONES PARALELAS


Alguna vez Ricardo Duarte nos llamó "Las chicas superpoderosas", creo que fue porque éramos tres y siempre estábamos juntas... además, a las tres nos caía mal "Mojo-jojo".

Supongo que en algún capítulo Bombón, Bellota y Burbuja se habrán separado. No sé... quizá Burbuja se fue a otro país a estudiar una maestría en dibujo con crayones; y tal vez después a Bombón le dio por irse a salvar a otra ciudad. A lo mejor Bellota se quedó en casa, para seguir en lo que estaba... extrañando a sus hermanas, como extraño yo a mis amigas.

El otro día, en la madrugada (a las 4 de la mañana), sonó el celular y era Liliana. ¡Qué cerca y qué lejos estamos!

A veces me da la impresión de que vivimos en dimensiones paralelas... y es que mientras sigo con lo que me ha tocado vivir ahora, me encuentro de vez en cuando con Liliana (Bombón) y Mariana (Burbuja) acompañándome en mis recuerdos.

Quizá algún día nuestras dimensiones se unirán de nuevo... ¿verdad?

miércoles, agosto 20, 2008

NOSTALGIA


Ahora que me ha dado por subir hartas fotos al Feisbuk, me he puesto un poco nostálgica al encontrarme con ésa que ya no soy ahora. Para empezar ya ni me veo tan joven como antes, simplemente porque ya no lo soy (aunque creo que en el fondo no he perdido mi encanto... jajaja); y por otra parte, ya no tengo ni por asomo el aguante fiestero que tenía antes.
¡Qué esperanzas que en estos tiempos pueda irme de farra a La Santa, la Mutua, el Calavera, el Prana, el Angels, el Mónicas o el Circus y de ahí pasarme feliz de la vida al Lido, para terminar la jornada festiva en el depa de alguna de mis amigas! No... simplemente imposible.
Sin embargo, me emociona el recuerdo de esas arduas jornadas que iniciaban justo al salir de mi trabajo, teniendo como punto de reunión el departamento de Mariana en Niños Héroes o en Morelos... pero al mismo me pone un poco triste.
La verdad extraño mucho aquellos tiempos. Claro que disfruto enormidades lo que tengo ahora (Luis y Alexiel y mis compañeritos de chamba), pero hay tantas anécdotas en el disco duro de mi memoria y en uno que otro archivero de mis adentros, que quisiera repetir por lo menos una vez más... que si las micheladas de litro, las visitas veloces al Américas (plagado de calientes feos y uno que otro guapillo), los jueves en el Lima y el Calavera, los miércoles de martinis, la prolongación festiva en el A dónde, las noches de canciones de Marisela, Belanova y el Bisbal que nos teníamos que fletar como cortesía de Mariana, el caldito de pescado de Chuy en La Mutua, el choquesillo en el seven-eleven que nos auspició unas cervezas, las piedras rompe vidrios, los encuentros con Sergio, las "donitas" en casa de Liliana y miles y millones de cosas más por contar.
Por lo pronto me conformo echando un vistazo a las fotos que cuelga Mariana en el Fesibuk, también del recuerdo, y las que ya he puesto yo.
En unos días más vendrá Pollo, tengo hartas ganas de verla y de pasada echar un vistazo al cajón de los recuerdos. Ojalá estuviera también aquí, manque sea de pasada, el otro Pollo.
Es increíble que después de haber compartido tantas y tantas historias a lado de Mariana y Liliana, hoy ninguna de las dos esté siquiera un poquitín cerca.

viernes, agosto 08, 2008

VACACIONES

Cuando era niña, mis papás nos llevaban con bastante frecuencia al mar. Desde la casa me ponía mi traje de baño para estar lista al llegar al hotel y correr hacia la alberca, y como era tal mi ilusión de llegar a echarme un chapuzón, me la pasaba las horas del mundo preguntando en el coche: "¿ya mero llegamos?" y ante las respuestas de no, me daba por ponerme a contar las casas que había a nuestro paso planeando que en una de ellas podría vivir "Caperucita Roja", en otra "El Lobo" y en la más lejana "La Abuelita"... jajaja.
Además de la alberca, mi papá me prometía llevarme a caminar por las mañanas a orillas del mar. Me gustaba sentir la arena en mis pies y el agua, que iba y venía una y otra vez para refrescarme. Por la mañana, me despertaba tempranito para que mi papá me llevará a ese paseo, sin importar que él estaba de vacaciones y quería descansar un poco más... a fin de cuentas, él lo había prometido y de esa forma, no había marcha atrás.
Siendo más grande el mar dejó de encantarme... sigo disfrutando de la alberca y el mar, como cuando era niña, pero el calor me parece insoportable. Ahora si voy a la playa, deseo pasar la mayor parte del tiempo en la habitación, protegida por el aire acondicionado.
Sin embargo, a pesar de eso, recuerdo con gusto aquellos viajes y tengo un sabor de boca súper agradable... por esa razón quise que Alexiel conociera el mar; durante días lo imaginé jugando en la arena y disfrutando del ir y venir del agua. Eso fue lo que me motivó a buscar hotel y desear mis vacaciones para llevar al hijo a ese paseo playero.
Fue hasta que sentí el maldito calor húmedo del mar y las gotas de sudor deslizarse por mi cara, cuando caí en la cuenta de lo desagradable que me resultan esos rumbos hoy en día; pero al ver a Alexiel disfrutar tanto del mar, sin asustarse siquiera un poquitínm, me hizo ver que valía la pena pasarlo un poco mal por el insufrible calor, siempre y cuando el hijolín disfrutase el paseo.
A continuación, algunos de esos fragmentos que pudimos capturar para guardar toda una etnernidad...


* Los tres en una caseta...



* Alexiel en la arena...













* Alexiel y el mar...

lunes, julio 21, 2008

LO INSUPERABLE



Cuando Daniela estaba pequeña su mamá, Paty, la dejaba con frecuencia en casa para que la cuidáramos. Durante mucho tiempo pensé que yo también era responsable de cuidarla, pero creo que hasta hace poco tiempo he caído en la cuenta de que era mi hermana, Vanessa, la que se hacía cargo de ella e incluso de mi, porque ahora entiendo que yo, a mis quizá 11 años, no era para nada capaz de hacerma cargo de una niña de un año o tal vez un poco más.

El hecho es que en aquél entonces yo pensé que le ayudaba a Vanessa y cuando era la hora de cambiar el pañal de Dany, yo me acercaba con toda la buena intención de ayudar, aunque al final acaba echándome hacia atrás a punto de vomitar, muerta del asco, independientemente de que eso oliera mal o no.

Varios años después, con Rodrigo (mi sobrino), pensé que podría superar aquel asco terrible y alguna vez quise ayudar en el cambio del pañal, pero mi reacción fue la misma.

No sólo era esa situación la que me hacía correr al baño para retorcerme del asco, tambén me acuerdo de un día que Rodrigo por equis razón vomitó y sus papás y abuelos acudieron en su ayuda, yo estaba por ahí y en lugar de cooperar, me dieron ganas de vomitar también, así que mis papás -alias los abuelos- dejaron a mi sobrino para atender a la pobre niña (ya ni tan niña) que se retorcía a lado del que sí era un niño.

Cuando llegó Alexiel a mi vida pensé que por arte de magia mi terrible asco desaparecería... pero no fue así.

Todavía me convulsiono cuando es momento de cambiar el pañal y entre un "perdóname hijo", un "de verdad te amo" y otros varios-muchos "Guag, dag, uagggg", pongo manos en la obra para quitar al pobre niño toda la mierda (literalmente) que sale de su ser y, a veces, se embarra, en gran parte de su tierna piel.

Ahora entiendo que definitivamente eso es algo que no podré superar jamás. En verdad es el momento que más odio cuando estamos solos, porque cuando está Luis con nosotros me hace el paro y se encarga de tan penosa situación.

Aunque para penas, la que pasé un día con el pediatra, pues justo cuando llegó al consultorio yo estaba a punto de cambiarle a Alexiel el pañal, pero me fue imposible... comencé a retorcerme del asco, como ya es costumbre, así que él -tan lindo como es el doctor Pedro Galindo, un tipazo-, me dijo que no me preocupara, que él se hacía cargo, y así fue... él hizo los honores, mientras yo di la espalda a tan asquerosa situación, al tiempo que le decía al doctor: "perdón, normalmente lo hago aguántandome, pero hoy... aaagggg... perdón, perdón".

¡Chale! ¡Qué vergüenza!



* La foto muestra tan sólo un poco de lo que significa para mi ese momento horrible.

miércoles, julio 16, 2008

PARA VER TEATRO


Me gustaba ir al teatro y encontrarme a Héctor Caro, uno de los mejores actores que -en mi opinión- ha habido en Guadalajara.

Al salir, le preguntaba qué le había parecido el trabajo y a partir de ahí comenzábamos a platicar largo y tendido de lo que había sucedido en escena, las entradas y salidas de los actores, el ritmo, la proyección de la voz, la iluminación, la dirección, el sentido de la obra...

Escucharlo provocaba en mi mente una repetición en cámara lenta de las imágenes que antes había visto, con algunos acercamientos a detalles que quizá no había notado y él me hacía ver con más claridad.

Hoy recuerdo esas charlas y cada vez que veo una obra, trato de verla a través de los ojos de Héctor.

Anoche fui a ver una obra, con principios de una gripe espantosa que me ha tenido en pésimo "mood", pero al salir no pude definir en mi cabeza si había sido un buen trabajo o no. Pienso que quizá no lo vi bien, pues no estaba en mis cinco sentidos (el de la vista se nublaba con el acumulamiento de mocos en el del olfato). Y la verdad es que me hubiera gustado encontrarme a Héctor Caro para que me diera su opinión y charlar un poquitín en torno al asunto. Aunque había otros teatristas con los que puedo entablar una charla bastante rica, como es el caso de Eduardo Villalpando, la verdad es que no es lo mismo.

Extraño a Héctor y ni siquiera sé en qué parte del mundo está o en qué circunstancia o qué.

Tengo muchos recuerdos de ese gran actor, que me encantó en su papel de Divino Pastor Góngora y muchos otros más, pero sobre todo esas charlas ricas no solo de teatro, sino de un chorro de temas, incluso trivialidades...

Sí, para ver mejor el teatro me hace falta Héctor Caro. ¿Dónde estás que no te veo?

* Lamento poner esta foto... es malísima, pero la única que encontré de Héctor y justamente en la que hace el papel de Divino Pastor Góngora, bajo la dirección de Javier Serrano.

martes, julio 15, 2008

LO QUE SE SIENTE BIEN


Aunque éste es un trabajo maravilloso, pues cada día es distinto del otro (al menos en lo que se refiere a la producción), pocas veces una se siente como la reina de la información.

Hace mucho tiempo que no conseguía una buena nota, y la de hoy creo que lo fue, porque el resto de los reporteros se había olvidado del tema. y a pesar de que estoy 90 por ciento convencida de que hubo alguien que se colgó de MI nota (publicada estúpidamemte antes de tiempo en la página de internet), sé que fui yo quien la sacó y la verdad es que eso se siente MUY BIEN...


* La foto es un homenaje a Batman que ya está por estrenarse por estos lares y, al mismo tiempo, es la única imagen feliz que encontré en mi archivo.

sábado, julio 05, 2008

EVOCACIONES



Anoche fuimos al cine a ver Hellboy, the golden army a una plaza a la que no acostumbramos ir (Galerías, no la soporto... no me gusta la gente que uno puede ver ahí... guiu!), pero es que Laloprobio nos regaló un pase doble para ir a la premier de la pelí y aunque no me gustan esas ondas, porque se aperra y la gente nomás va a tirar "glamur" y "belleza", fuimos porque la neta sí tenía ganas de ver la películilla, pues el miércoles que fue mi cumple Luis y yo pensamos que si estuviera en cartelera sería chido verla. No estaba y todavía no está, pero ya la vimos y con todo y el glam -y la fila inmensa para entrar- lo pasamos bien, pues afortunadamente al entrar a la sala (la 11) Vanesa García Leyva me echo un grito y pasamos a depositarlas en un par de asientos que estaban libres junto a ella y Antonio Marts.

Ricardo (Solís) ya me había contado en breve de qué iba la película, pues a mi no me pasaba por mi cabecita ninguna posible trama, como sucedía con Luis (que ya está más entrado en esas ondas) y ya tenía en su cabecilla una ligera imagen de lo que podríamos encontrar en la pantalla.

Debo decir que me gustó mucho la película, aunque creo que es 100 por ciento dominguera, pues básicamente es entretrenida, no tiene nada de profundo o misterioso, aunque hay escenas encantadoras.

Encontré muchas referencias en las imágenes, algunas me recordaron a películas que vi hace años y otras mucho más recientes. Así, en mi mente, al ver las escenas poco a poc se iban dibujando recuerdos e incluso sensaciones.

El ejército me recordó mucho a los guardias que tenían en El cristal encantado (película de 1982 que en inglés se llamó The dark crystal) los Skeksees para atrapar a otras criaturas, especialmente a los goblins, para tomar su esencia; aunque su poder para reconstruirse es igualito que el de El gigante de hierro, cinta animada de 1999 que narra una historia de amistad entre un niño y un enorme gigante venido a la Tierra desde un lejano planeta.

El meollo de asunto, lo de la creación del ejército, tiene mucho qué ver con El señor de los anillos; de hecho la primera parte de la cinta me parece casi una réplica de esa película que me hizo tan feliz y vi en Cinemark con Liliana y Eugenio.

Los nombres de algunos de los personajes: Balor, Nuala y Nuanda, me recuerdan a la mitología celta... quizá sea porque justo de ahi provienen... jijiji. Mientras que la apariencia de Nuanda, me hace pensar en alguno de los vocalistas de esos grupos que le gustan a Laloprobio y que se visten de faldas (o batas) largas, la cara pintada de blanco y el cabello largo. (Mmm... no se me ocurre ningún nombre por ahora).

El hombre de piedra me hace pensar en otro hombre de piedra que sale en Excalibur, una película de 1981 que dura mil horas y me da la impresión que en realidad fue hecha para televisión.

De momento no se me ocurre más, pero estoy segura de que la cinta trajo a mi mente más imágenes, más recuerdos y más placer... ya veré si recuerdo algo más para contar. Por ahora no, así que hasta aqui llegó mi inspiración.

viernes, julio 04, 2008

OTRO MÁS

El año pasado celebré mi cumpleaños com Alexiel en brazos, justo ése día lo llevamos a registrar, después de poco más de una semana de la "desalienización" de la que fue objeto.
Pero este año, celebré mis 34 veranos de forma distinta e incluso, cosa curiosa, siento que la fiesta sigue, así que digamos que estoy como de "Jubileo".
El hecho es que el martes comenzamos con el pre-cumpleaños en el Scratch. Estuvo genial, no fue planeado, sino que nomás salió. Sin pasarme como lo hacía antes, nos quedamos hasta la una de la mañana, me tomé seis cervezas y compartí un momento súper chido con mis compix (Ale, Oprobio, Karelia, Monte, Jairo, Sairi, Minerva, Ricardo y Raúl).
Fue raro estar ahí, pues antes Liliana y yo nos echábamos unas largas veladas en ese mismo lugar... bueno, ahí empezábamos y después comenzaba la gira, tal vez hacia el Prana o al depa de alguna de las dos. Y aunque a veces extraño aquellos momentos, la verdad es que lo pasé genial, porque esta vida que tengo ahora me hace muy, pero muy feliz.
El miércoles no trabajé, me dediqué a dsfrutar el día con Luis y un poquitín con Alexiel, pues a él lo depositamos con mi suegra y luego nos fuimos felices y contentos a hacer cosas solitos.
Luis me regaló un dvd de Covenant (In transit) y una blusa linda linda; mis padres un mp3 que se cuelga en el cuello y mi suegra y mi cuñada, unos perjúmenes y una bolsilla para guardar cosillas. Hace mucho tiempo que no recibía tantos regalos, eso estuvo chido también.
Por la noche fuimos un rato a casa de mis papás y luego con mis suegros por hijolín.
La celebración continuó el jueves (el post-cumpleaños) con pastel en el trabajo, mi favorito, de chocolate con nieve de vainilla. Me lo llevé a casa.
Y esta noche voy a ir a ver Hellboy, Lalo (alias Oprobio) acaba de regalarme un pase doble que me ha hecho muy feliz, pues a Luis le encanta esa pelí... ya veremos al rato qué trul y cómo sigue la celebración cumpleañera.


* Me hubiera gustado meter un video de "youtube" adecuado para la ocasión (Happy fucking birthday, de Combichrist), pero no sé cómo demonios se suben los videos, así que si alguien me puede instruir, le estaré muy agradecida.

domingo, junio 22, 2008

EL PRIMER AÑO DEL RESTO DE NUESTRAS VIDAS



En 1985 salió la película St. Elmo's Fire, en el español se le dio el título de El primer año del resto de nuestras vidas, porque era mucho más acorde y fácil de entender -supongo-, pues la cinta narra la historia de vida de siete amigos de la universidad en su primer año después de haber egresado.
Yo no la vi en el cine cuando se estrenó, era muy joven y no se me permitía el acceso a la sala cinematográfica. La vi años después, cuando salió en video. La rentamos en un Videocentro que estaba por la casa, en avenida Miguel Ángel, en La Estancia; entonces todavía existían los cassettes Betamax, de hecho, eran "lo de hoy"... ahora solamente son un recuerdo para gente como yo y más grande que yo.
Ésa película me gustaba mucho, salían -a mi gusto- algunos muchachos de buen ver (a excepción de Emilio Estevez) y las historias de cada uno de los personajes me resultaban bastante interesantes... Alguna vez pensé que yo podría ser uno de los personajes "cuando fuera grande", jajaja.
El hecho, es que Luis, Alexiel y yo, acabamos de concluir "el primer año del resto de nuestras vidas".
Justo hace un año, estábamos Luis y yo en hospital con nuestro hijo... me recuerdo acostada sobre la cama mirando un ventilador de techo que me recordaba muchísimo a Patricio, el amigo de Bob Esponja; a un lado de mi estaba Luis con Alexiel en brazos y mil de gente alrededor.
Este primer año ha estado lleno de todo: de angustia cuando no entendía por qué lloraba; de emoción, cuando empezó a sostener el biberón con sus manos; de alegría, cuando se sentaba solo; de tristeza, cuando veía que se quedaba encantado de la vida en guardería mientras yo me iba; de preocupaciones, cuando se enferma; de gusto, de verlo gatear tan feliz y contento por aquí y por allá; de enojos, cuando le llega la hora del drama y no hay forma de hacerlo callar... de una felicidad infinita, por tenerlo conmigo y escucharlo decir "papá" o "mamá" o "aba".
Alexiel nos ha hecho muy felices a Luis y a mí; a mis papás y a mis suegros; a mi hermana y a mis cuñados; a la familia entera, porque de verdad que ya hacía falta un bebé en nuestras vidas.
Su primer año lo celebramos todos los días, pero hoy hicimos una pequeña reunión en torno a él, con pastel y gelatina, aunque él no haya comido nada de eso.
La verdad es que éste, "el primer año del resto de nuestras vidas", ha sido un ciclo fabuloso y vienen muchos más y eso me llena de emoción.
¡Feliz Cumpleaños Alexiel!



martes, mayo 27, 2008

AKSENTI IVANOVICH

El jueves pasado Aurora me mandó un correo que había enviado Alicia Yapur; decía que develarían una placa "in memoriam" por 150 funciones de Aksenti Ivanovich, adaptación de El diario de un loco de Nicolai Gogol, a cargo de Mario Rosillo.

De inmediato vino a mi mente una función en la Puerta 22 hace algunos años, ni siquiera puedo precisar cuántos. Me vi sentada en una mesa cercana al escenario y delante de mi a un hombre volviéndose loco y contagiándome con su locura, llevándome de la mano por diversos estados de ánimo.

Pocas veces una tiene la posibilidad de recordar actuaciones tan maravillosas como aquella. En el escenario de aquél recuerdo remoto estaba Mario Rosillo. Fue la única vez que lo ví, pero con ésa bastó para que al leer el correo sintiera una sorpresa enorme. De inmediato le llamé a Alicia para ver qué había pasado, quedamos de vernos al día siguiente. Fui a su casa y me contó que Mario había muerto el 22 de febrero pasado. Me puse triste, sobre todo por ver el estado de ánimo de Alicia.

Me hubiera gustado conocer a Mario Rosillo. Alicia me contó muchas cosas de él, un hombre bueno y amigo de toda la gente, al menos la que encontraba a su paso al salir de su casa. Un teatrista alejado de las grillas del teatro y dedicado únicamente a sus dos chambas: el trabajo escénico y el pictórico.
El lunes se celebró la develación de ésa placa y un breve homenaje a la memoria de Mario Rosillo; fue poca gente y eso lo lamenté mucho. Es una pena que la gente que dedicó su vida al arte muera y nadie se moleste en recordarlo, ni siquiera los compañeros que compartieron algo, al menos la chamba.
Sin embargo fue chido ver a Alicia Yapur mantener su rostro apacible, evitando llorar. Al terminar el acto me acerqué y la abracé, como en agradecimiento por haberme permitido conocer a una figura importante en el teatro, un gran actor que pude ver en escena, un hombre -un canceriano- con el que me hubiera gustado conversar.
La velada, durante la cual se presentó un video, me hizo recordar y añorar otras cosas, por ejemplo, la Casa de Teatro El Venero, un espacio teatral que aseguraba siempre una buena obra de artes escénicas. Es una lástima que haya cerrado... y en el mismo tenor de los buenos actores, viene a mi mente Héctor Caro.
En fin... así es la vida ¿no? Al menos me puedo jactar de tener aún en la memoria a un estupendo Aksenti Ivanovich, a una casa de culto teatral y a un amigo que debe estar haciendo de las suyas por otros escenarios.
Hoy no hay foto.

domingo, mayo 25, 2008

LA COMPA-ÑERA

No recuerdo en qué momento comenzamos a hacernos amigas Érika y yo... fue tal vez en cuarto semestre de la prepa, cuando "estudiábamos" Turismo en Cecytva, por a'i del año de hace ya un buen rato; cuando quizá apenas comenzábamos a definir nuestras súper interesantes personalidades.
Antes de entablar relación, recuerdo haberla visto con frecuencia en las nieves Bing que estaban a la vuelta de mi casa. A veces la encontraba en la fila delante de mi y simplemente le decía a mi hermana o mi mamá: "Ella es mi compañera en la escuela". Y si nos veíamos cara a cara, apenas nos dirigíamos una sonrisilla.
Ella era amiga de unas chavas medio "nerds" (Alejandra, Sonia y Zobeida); yo me "juntaba" con otro grupo de amigas (Lucero, Fernanda, Natalia, Gina, Zarel, Abigail, América y Olivia, las menciono a todas, porque no recuerdo en qué momento de la prepa fue y la verdad es que algunas fueron desapareciendo semestre a semestre). Al final, Érika fue dejando poco a poco a aquellas muchachillas y empezó a echar más relajillo con nosotras.
Alejandro Mora le puso el mote de "Chola", porque se apellida "Cholico", y desde entonces yo sigo llamándola así.
Creo que fue cuando hicimos nuestras prácticas profesionales en el "Kluth" Atlas Colomos cuando empezamos a convivir más, incluso a veces hacíamos nuestras "pintas internas" o nos dábamos el rol de un lado a otro del lugar como si fuéramos socias: desayunábamos en la terraza, comíamos en la cocina de empleados, nos echábamos un capuchino y un pan en el restauran formal y luego nos íbamos al bar a tomarnos un coctelillo y unas papas con jugo maggi, salsa inglesa, limón, sal y chile. Sin duda ahí comenzó la historia con mi mejor amiga, mi hermana, mi "compa-ñera", como ella nos nombró.
Después de la prepa, cuando ambas estábamos en universidades distintas, nos veíamos al menos un dia la semana para echarnos un cafecín y platicar los cambios en nuestras vidas. Íbamos al Vips de Vallarta y Sanzio; yo pasaba por ella (vivíamos en la misma colonia) y en el camino hablábamos de tonterías, esperando a estar sentadas frente a nuestra taza de café para comenzar a contarnos las cosas importantes. Esa dinámica la seguimos haciendo a la fecha.
Juntas hemos vivido muchas experiencias, quizá la más importante ha sido dejar la casa de nuestros padres para irnos a vivir juntas "las mieles" de la independencia. Eso sucedió en octubre de 2002, al menos en mi caso, porque ella se adelantó un mes en lo que yo preparaba psicológicamente a mis papás para tal situación.
Vivimos durante seis meses en un departamento que estaba en casa de la fregada, el rumbo era medio feo, más allá del Soriana que está en Plza San Isidro (situada a un costado del CUCEA). Todos los domingos a tempranas horas de la mañana nos despertaban unos vecinos de los departamentos de enfrente, que escuchaban banda a todo volumen. Sin embargo nos gustaba el lugar. El depa tenía tres recámaras, una de ellas se convirtió en nuestro estudio y daba a una enorme área verde... incluso se veían (y olían) algunas vaquitas por ahí.
Después de una serie de problemas con la monita que nos rentaba el depa en la fabulosa cantidad de mil 200 pesos, decidimos dejar aquella vista para cambiarnos a un departamento mejor ubicado. Érika se enteró de éste por unos amigos que vivían en ese edificio, ubicado en Residencial Victoria. La renta era más elevada, tenía tan solo dos recámaras, pero la concina estaba separada de la sala-comedor y el patio era un poquitín más grande. Lo más importante era que estaba en la civilización.
Tardaron un mes en entregarnos el depa y de no haber sido porque le dijimos al administrados que nosotros nos encargábamos de la pintada de las paredes, seguro habríamos tenido que esperar más. Llegamos ahí en mayo de 2003.
Vivir con Érika fue una experiencia agradable, aunque había algunos detallitos que no me hacían muy feliz, sin embargo nos acomodamos muy bien, hacíamos la talacha dividiendo el depa en dos bloques y cocinábamos juntas, hasta que la "Cholix" decidió hacerse vegetariana, entonces cada quien compraba sus cosas y cocinaba sus comidas.
A veces nos veíamos poco, por la diferencia de horarios de nuestros trabajos, pero muchas veces coincidíamos los jueves para echarnos un cafecín o una chelilla con papas, y entonces, como cuando estábamos en la universidá, nos contábamos qué estaba sucediendo en nuestra vidas.
Entre las cosas emocionantes que hemos vivido, y que de hecho comentábamos el martes pasado (cuando nos vimos para tomarnos una chelilla y darnos una manita de gato), están las fiestas que comenzamos a frecuentar. Fue en este nuevo depa cuando fuimos a la primera de ellas en Jocotepec. Tocaba Sesto Sento y para nosotras resultó una experiencia extremadamente emocionante. Compramos con semanas de anticipación los boletos y preparamos con emoción la ropa que usaríamos para el magno evento, aunque no teníamos idea de cómo sería éste.
Esto se nos hizo costumbre, cada vez que nos íbamos de fiesta pasábamos la misma emoción (y creo que seguimos con ese mood).
Justo el martes le decía a Érika que las fiestas han sido muy importantes para mi y para nuestra relación de amigas (al menos desde mi perspectiva), porque por una parte, fue en ellas cuando empecé a liberar mi espíritu y dejarme llevar por la música y la energía, y por otra parte, ahí -con toda esa fuerza en el ambiente- nuestra amistad de alguna forma también se reforzó.
Érika dejó el depa para irse a una de sus cosillas en los Yunaites; fuimos a nuestra última fiesta -de esa etapa- juntas y ahí conocí a Luis. Un año después regresó y coincidió con un depa del mismo edificio que acababa de desocuparse, así nos hicimos vecinas, pero ya éramos hermanas desde antes.
Ella es mi mejor amiga, la que me ha aguntado con este genio que me cargo, con todo el sentimentalismo que soy capaz de expresar y guardarme en lo más profundo de mi ser, con mis comentarios duros a veces e irónicos con más frecuencia. Hemos vivido millones de cosas juntas, hemos crecido, nos hemos caído y levantado trillones de veces.
La Chola es una Compa-Ñera de neta, como pocas las hay... de hecho, es única.



* Aquí estamos juntas, hace como cuatro o cinco años, un 25 de julio, en el Día fuera del Tiempo; en un lugar que no recuerdo cómo se llama, pero donde nos picaron unos animalejos que se llaman "rastreros". Justo antes de tomarnos esta foto nos "leyeron" nuestro kin: ella, Sol Cósmico Amarillo; y yo, Serpiente Planetaria Roja.

sábado, mayo 24, 2008

¿QUÉ QUIERE LA NIÑA FRESA?

El 9 de mayo fue el cumpleaños de Montse (un día después del cumple de "maicora"). Jairo -alias el "Pitairo"-, su novio, le organizó una fiesta sorpresa -aunque en realidad fue una reunión y ni tan sorpresa, pues alguien del periódico tuvo la ocurrencia de advertirle lo que sucedería por la noche-, así que al salir de la chamba nos fuimos felices y contentos a su casa.
Creo que era algo que teníamos ganas de hacer, o al menos yo, pues había muchas expectativas con respecto a la casa de Montse.
Karelia iba a pasar por Ale y Lalo se fue conmigo; quedamos de vernos en la gasolinera que está por la carretera a la base aérea y cuando llegamos tuvimos que esperar mil siglos a que llegaran las muchachas (alias "las gorditas"). No sé si fue el ir y venir de tantos coches y camiones y gente fea, lo que me hizo sentirme del nabo, el estómago se me revolvió, me empezó a doler la cabeza y comencé a pensar en lo lindo (y desagradable al mismo tiemo) que sería vomita un poquitín.
Finalmente, después de un laaaaargo rato, llegaron al lugar Karelia y Ale y nos fuimos a la casa de Montse en Valle Real.
Después de haber vomitado el pastel del cumpleaños de la susodicha en un terreno frente a la casa de you know who, entramos al cantón- que la verdad yo me imaginaba más acá- y nos topamos con los amigos de la gordis. La verdad es que fue un poco incómodo, yo no dudo que los compas de Montse sean buena onda, pero es en esos momentos cuando uno piensa que hay clases o niveles o como se quiera llamar a eso. El hecho es que fue súper evidente como se formaron dos bloques de gente y no es que ellos nos hayan abierto, sino que nosotros tampoco quisimos entablar relación alguna con ellos... porque, ¿de qué cuernos podríamos hablar?
Entre el malestar estomacal y el malestar social, decidí irme poco después de que llegó Montse y las personas gritaron "¡sorpresa!! (como si lo fuera); Lalo se fue conmigo, pero antes hicimos como que brincamos en una cama elásticas que estaba en el terreno en que tuve a bien vomitar y luego nos fuimos despacito "milando" con detenimiento las casas de esa colonia tan acá.
Después, cuando iba yo solita en el coche, me puse a pensar que es impresionante cómo hace Montse para encajar con ésa gente (sus amigos fresas) y ésta otra gente (nosotros, que también tenemos algo de fresas, nomás que sin dinero). Al final, todo depende del cristal con que se mire, pues la freses para mi es una actitud y en todo caso podría decir que, con base en esa definición, Montse no lo es, aunque a veces echa abajo mi tesis cuando cuenta que estuvo un poco triste y que por ello decidió tragarse 200 pesos de chocolates Arnoldi (¡o sea!).
Montse me cae bien, aunque hay algunas cosillas que no me encantan de ella (a lo mejor es porque me siento un poco reflejada).
La verdad es que Montse tiene buenos sentimientos, es buena persona, pero a veces se tira al drama de una manera impresionante. Creo que magnifica las cosas y a veces, me parece que libra arduas batallas contra su explosividad, lo cual es bueno, pues supongo que eso le ayudará a mantener a más gente a su lado (eso lo aprendí yo también después de muchos años).
Creo que justo ahora se encuentra ante una de esas pruebas de resistencia y en verdad espero que todo le salga bien.
A veces, cuando me cuenta cosas no sé qué decirle, pero la escucho y espero que con eso baste.
Montse es una chava que se sabe dar, se preocupa por quienes están a su alrededor, aunque a veces no quiera saber de ellos.
Ahora que por otro lado, también creo que dada su explosividad es una vieja bien cabrona y no porque sea ojete y ande por la vida haciendo cosas en contra de las otras personas, a lo que voy es a que me parece que puede ser súper hiriente. A veces una se asusta de tener amigos así, pero la verdad me parece mejor encontrar en alguien como Montse (y en cualquier amigo) estas dos fuertes energías, como si se tratase de un volcán, pasivo en momentos, pero que sabes que en cualquier lapso puede hacer explosión y arrasar hasta con tu vida.
Sin embargo, debo confesar que no tengo mucho qué decir de Montse... la neta es que la conozco poco, así que de repente me siento perdida y no sé qué decir, por eso decidí tomarme tanto tiempo para escribir, para pensar bien en qué es lo que diría. Ayer decidí que ya era el momento, pero ahora que estoy aquí no sé qué decir, salvo que sé que es una chava que se preocupa por los demás, que tiene un corazón enorme -que se rompe con facilidad- y que a veces añora lo que ya ha pasado.
En fin, el hecho es que ésta fresa, como las otras dos (Karelia y Ale) y el oprobio, me cae re-bien, así que who cares.
Obviamente la de la foto es Montse, de súper pose, aunque se esforzó para parecer natural. Como dije, el 9 de mayo fue su cumpleaños y ya alcanzó sus felices 28 (¡Qué capacidad tengo de tener amigos más chicos que yo!).

viernes, mayo 23, 2008

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?

Por la mañana cuando vamos a la guardería, Alexiel se queda en silencio. El sol entra por su ventana y lo toca sutilmente. Él observa tranquilo a través del cristal.
Generalmente escuchamos algo de GMS, Infected Mushroom, Alien Project, Talamasca, Astrix o algo más tranquilo como Covenant, And One, Clan of Xymox, Lacrimosa o The Cure. Todo el camino voy cantando o contándole lo que haré durante el día. Pero pocas veces me responde.
Cuando me detengo en una luz roja, volteó hacia atrás y lo miro. Supongo que él siente mi mirada y me regresa la suya. Sonríe un poco y apenas avanza de nuevo el coche regresa la vista a la ventana.
Entonces pienso para mis adentros: "¿Qué estará pensando Alexiel? ¿Cómo se verá el mundo desde su ventana? ¿Cuáles son los colores que observa?". Nunca encuentro una respuesta, pero me gusta verlo apacible, con sus ojos atentos al mundo e iluminado por la luz del sol.


jueves, mayo 01, 2008

EL LUCHADOR

Desde hace varios días había visto en la puesta de entrada de la guardería que habría una fiesta para los niños el 30 de abril y que debían ir disfrazados, pues habría concurso y toda la cosa.

A partir de ese momento comencé a quebrarme la cabeza pensando de qué podría disfrazar a Alexiel. Obviamente en un momento pensé que para qué cuernos, pues a fin de cuentas él ni cuenta se daría de si traía o no disfraz, pero luego pensé que las muchachas de la guardería sí se darían cuenta y pensarían que qué mal pedo que no lo llevé disfrazado.

Le conté a Luis y él sugirió que le pusiera un trajesillo de zebra que le dio "su cuñis, su cuñis", pues la verdad no he tenido oportunidad de ponérselo. Yo le dije que ni al caso, pues se trata de una sudadera y un pantalón bastante calientes con los que mi pobre hijolín se iba a cocer. Así que en definitiva estuvo cancelada esa opción.

En mis diarias visitas al centro tuve oportunidad de echar un rol por diversas tiendas de disfraces y no encontré nada apto para él, había puras cochinaditas para niñas (flores, abejas, mariposas y demás ñoñadas) y algunas más para niños (súper héroes súper chafas y animalitos feos). El caso es que no salió nada, pero se me fue ocurriendo la idea de inventarme un disfraz o dos. Uno de ellos fue un "cúpido", para eso bastaba con el pañal, un arco que podía comprar en alguna de las tiendas de Juan Manuel y unas alas (ya había visto unas). La otra opción era de luchador, pero uno no existente en el mundo de las luchas, y ésa fue la mejor opción, pues Alexiel tenía unas pantalones blancos y una camiseta sin mangas, sólo me faltaba un calzón y mis compañeros del trabajo me recomendaron una capa, la cual hice con un retazo de tela y ya.

Así vestí a Alexiel el miércoles, y la verdad se veía muy bien. Encontré unos calzones que combinaban perfecto con sus calcetines y sus tenis, y la capa, aunque era de distinto tono, le lucía bastante bien.

No ganó nada y seguro ni cuenta se dio de que iba "disfrazado", aunque sí noto que traía una cosa algo incómoda al cuello.

¡Uy, quedó tan lindo mi hijolín!

...y para muestra -como siempre- un par de fotos a continuación.





En casa...












...en la guardería.


sábado, abril 26, 2008

KARELIA... O LA HORA DEL CHAL


Cuando conocí a Karelia pensé que hablaba mucho... al paso del tiempo lo he confirmado. Pero es que tiene muchas cosas de qué hablar, siempre dice "traigo un chal" y se suelta hablando de tema vario, no necesariamente chismesillos (los cuales, por cierto, son bastante sabrosones con "Chalina", como le llamamos a veces), sino historias de salud, belleza, vino, enfermedades, drogas y situaciones que pasan por aquí y por allá.

Creo que puedo hablar de dos etapas en mi relación con Karelia en lo que va de este año y cachito que tengo de conocerla. La primera, cuando apenas comenzábamos a hablar, ella estaba en espectáculos, ocupando el sitio que dejó Vania cuando salió de la chamba, pero ojo, no era la editora, sino nomás llegó a meterse al lugar vacío que quedó. En ese entonces Carlitos (no entiendo el afán de llamarles a los muchachos por su diminitivo: Carlitos, Paquito... ¿no se dan cuenta que es muy gay? Claro, habrá quienes o sean, pero otros no) era el editor o quizá tan sólo pensaba que lo era y se daba el lujo de maltratar a la gente.

Recuerdo una vez que la madaron a cubrir el concierto de Álex Ubago en el Foro Expo. Al día siguiente, cuando hubo terminado la nota y se la pasó a "Carlis", éste vino hecho un "mostro" a decirle que estaba del nabo, que no decía cosas "importantes y vitales" (así lo entendí) para una nota de espectáculos, como por ejemplo, cuántos cambios de ropa hizo el wey. ¡Chale! La neta es que a mi me da lo mismo si se cambió tres veces o si no se ha cambiado desde el útimo concierto que dio hace tres meses, así que por ende, creo que se la cajetó por una pendejada del tamaño del mundo... sobre todo cuando, siendo honesta, ni siquiera creo que él haya sido un buen reportero como para convertirse en un "editor" tan exigente (por no decir mamón).

La neta me enojé muchísimo, me pareció un tono inadecuado, porque está bien que el "editor" le diga a "sus" reporteros qué quiere, pero tampoco se trata de gritar a los cuatro vientos lo "mal" que ha hecho el trabajo.

En fin, hablando de Karelia, recuerdo mucho ese momento. Después vienen a mi mente otros en los que no tuve mucha relación con ella, pues estando embarazada una normalmente no sale con la gente (a veces no la invitan, claro). Más tarde, cuando dejé de ir a trabajar, me llamaó un día para reunirnos antes de que naciera el "alien". Ale pasó por mi y al llegar al sitio ya estaban Karelia y Montse (otro caso, señoras y señores... jajaja). A mi regreso al trabajo, por a'i de agosto, ya empezó a haber una relación mucho más fluida y conforme pasa el tiempo fluye más y más y más.


El asunto es que Karelia me cae muy bien... es chistosona la muchacha. En verdad creo que el grupillo que formamos es bastante diverso y equilibrado. Una de las cosas que mas me gustan y respecto de ella, es que puede decir sin pena que no sabe o no entiende tal o cual cosa... digo, hay mucha gente que anda por la vida dándoselas de "súper acá", pero ella no. Lo que también es de destacar, es la capacidad que tienen para conseguir cosas, sea lo que sea, a través del teléfono. Por eso a veces pienso que estudió un doctorado en Gestión telefónica o algo así.


Además de la buena amiga que puede ser "Chalina", es la "guardiana de la dieta". A veces dan ganas de no verla, porque dice sin cesar: "eso no, porque estamos a dieta"; aunque claro, es bueno que lo diga, porque de otra forma nos tiraríamos despreocupadamente a los placeres del dulce y la grasa, con el respectivo cargo de conciencia posterior.

Sin temor a equivocarme puedo hablar por mis compañeros y decir que se le quiere bien a la morra, aunque tengamos diferencias, como ésa pasión desquiciada por los zapatos (que la llevó a las "Uropas" a comprar 11 pares) muy al estilo de Carrie, sí, la de Sex and the City.


Hoy ya la estamos esperando en el periódico, porque nos trae el "chal" del fin de semana... además de que va a pedir el café del día, pues a ella la consienten y se lo preparan más rico que a la bola de cualquieras que estamos aquí.

martes, abril 08, 2008

OPROBIO-ÉL


Amargosito y con un vocabulario exquisito es Eduardo, un muchachillo de 22 años que parece de 30 (jajaja... bueno, quizá un poquitín menos).
Ale y yo siempre hemos dicho que se ha convertido en una parte súper importante de la bolita que hemos formado en el periódico. La neta a mí ya me hacía falta alguien como él, con un humor tan fino que da miedo.
Me recuerda a aquellos tiempos en que Pancho era el amiguito de las muchachillas que trabajaban en Artes, el compilla al que se le podía contar las historias más tristes y felices de nuestras vidas.
Pero Pancho era más amigo de Liliana, ambos eran un par de linduras. Digo, Pancho quesque era el "solecito" del Pollo.
En cambio Eduardo es como el chocolate amargo de las "gorditas", como nos llama el maldito infeliz.
Amargo, sí... pero al final de cuentas un chocolate con el que se desea estar un rato y pasarla bien. Con él se puede hablar de cualquier cosa... ab-so-lu-ta-men-te cualquier cosa.
Lo pasamos bien con él... tanto, que incluso a veces hasta peleamos por darle un aventón (o sea, ¡habrase visto!). De hecho el otro día Karelia lo llevó a su casa y Aurora, que le ha insistido muchas veces que ella lo lleva, se enojó porque no le ha tocado su turno.
Jajaja...
Es chido encontrar gente como Eduardo... me recuerda un poco a cuando entré por primera vez al Info y conocí a Laura, que era 10 años mayor que yo.
No cabe duda que mucho de lo que vivimos se repite una y otra vez en nuestras vidas. Ahora siento que vivo una repetición, pero al revés. Aunque claro que Eduardo (u Oprobio, como él se hace llamar) es menos ñoño de lo que era yo hace casi 12 años.
Todavía me hace falta hablar de otras dos fichitas del nuevo club... pero ésa es otra historia. (¡Ja!)

jueves, abril 03, 2008

SKINHEAD



Ante la rebeldia del cabello de Alexiel, decidimos cortárselo todo-todito para que nazca nuevo y, supuestamente, más manejable (eso dice la gente).
La verdad el niño se ve hermoso, parece que sus ojos se hicieron más grandes con el corte.
Yo no sé si realmente le va a crecer cabello manejable, me basta con lo lindo que se ve. Y para muestra, dos lindas fotografías.


jueves, marzo 27, 2008

RENATO



El martes pasado fui a ver a Renato.
Tenía muchas ganas de conocer al pequeño que estuvo en la panza de Natalia; el que esperaban en el agua, pero tuvo que llegar a través de una ventana que abrieron los médicos en el vientre de su madre; el que aún antes de nacer, podía verse en los ojos de Tona... y sentirse... y gozarse.
Había olvidado ya lo pequeños que son los bebés con días de nacidos (20, si mal no recuerdo). Renato es pequeñito -aunque quizá lo veo así porque Alexiel está enorme-, tiene ojos grandes y una lengüita que saca una y otra vez, como un pajarito; tiene las manos grandes y mil de cabello.
Es un bebé dulce. Se antoja abrazarlo fuerte, pero eso definitivamente no debe hacerse, porque luego anda uno aplastando inocentes niños... pero se antoja.
Tona lo mira con una ternura impresionante. Dice mi mamá que antes los papás no eran así, claro, les daba gusto la llegada de sus hijos, pero tal vez no se notaba tanto como ahora. A Tona se le nota muchísimo la felicidad y eso se contagia.
Tona dijo que no había podido dormir Renato, que quizá por eso estaba inquieto. Lo cargué un momento (en verdad ya no recuerdo cómo se cargan los bebés de ese tamañito), pero después lo deposité en los brazos de su papá y finalmente se tranquilizó y durmió.
Natalia no estaba, había salido a registrar de Renato en el IMSS y al doctor. Llegó cuando Tona ya había puesto a su hijo (¡uy, qué raro suena esto!) en el bambineto. Sin tocarlo, Natalia se quedó mirando con ternura al bebé.
¡Qué linda pareja hacen Natalia y Tona! Pero ahora hacen un trío estupendo. ¡Qué bueno que llegó Renato con este par!
...pero además, qué bueno que lo han traído a esta tierra, para que Alexiel tenga un amigo con quién jugar.
Gracias a Tona y a Natalia por presentarme a Renato.









La mamá y Renato.
























El papá y Renato.








* Como nota a pie de página quiero hacer constar que además el depa de Tona y Nata está súper chido.

lunes, marzo 10, 2008

EL "SILABARIO"


A veces imagino que Alexiel me dice mamá o papá a Luis. Incluso en ocasiones es tan grueso el alucín, que me imagino que dice "gracias", "hola" o "adiós", pero después pongo los pies en la tierra y reconozco que solamente son sonidos del "silabario" que ya para estas alturas domina mi pequeño...


"Mamamamamamamama", "Dadadadadadada", "Papapapapapa" repite una y otra vez. Lo escucho cuando despierta por la mañana y decide quedarse a jugar un rato con su perro de peluche (al cual hemos decidido no bautizar en espera de que Alexiel le llame como quiera).



Disfruto de su voz como nunca imaginé, de su presencia, de sus movimientos, sus gritos cuando se emociona por algo o cuando de plano ya muere de hambre. En verdad a veces pienso que ha dicho mi nombre, pero sé que por más listo y avanzado que quiera pensar que es, la realidad es que tan sólo se trata -una vez más- del silabario...


Ya quisiera escuchar a hablar a mi pequeño, pero sin duda disfruto mucho de este momento, pues aunque no hablemos todavía la misma lengua, nos entendemos a la perfección.


Quizá soy yo la que debería explorar a conciencia el silabario de Alexiel.

viernes, febrero 15, 2008

Mmmh...


Hace un chorro que no escribía y ya no sé ni qué escribir. Pero es que han pasado tantas cosas a mi alrededor y en mi cabecita, que no sé por donde empezar o incluso, que tan trascendente pueda ser sacar de mi ronco pecho, a través de la palabra escrita, esas cosillas.
Pero bueno, quizá primero habrá que decir qué onda con la foto. Obvio, es Alexiel, todo lindo y hermoso -como es él-, vestido de blanco. La foto es del 27 de enero, justo el día en que fuimos a bautizarlo (más por compromiso con las abuelas, que por gusto propio). Lo que sí nos hizo muy felices, fue organizar una fiesta en torno a él, no porque haya sido bendecido y blablablá, sino porque para Luis y para mi fue la primera fiesta de Alexiel.
Rentamos una terraza linda con brincolin y toda la cosa, hubo taquiza -súper rica- y hartas chelas y tequila y botana varia. Invitamos a la familia y a algunos de los amigos. Lo pasamos bien. Alexiel recibió regalo vario (ropis y uno que otro juguetillo, los cuales se agradecen mucho porque el hijolín los ha gozado con singular alegría).
Sí, nos gastamos algunos ahorrillos, pero la neta estuvo súper chido. Alexiel disfrutó mucho el globo que sostiene en sus manos y del cual se separó por momentos para comer o echarse una siestesilla, o pasar de brazo en brazo y reír, reír, reír.
En realidad hay muchas cosas más que contar... pero ya no es tiempo. Lo que quería era subir esta foto tan linda de Alexiel... y ya está.

martes, enero 15, 2008

BEBETÓN



El domingo pasado fue el bautizo del Bebetón, alias Roberto Amadeus Pulido Barrera (o sea, el hijo de Norma y Roberto).
Hace mucho que Alexiel y Amadeus no se veían cara a cara... y seguramente para ellos ésa fue la primera vez que se encontraron, pues no creo que haya registro en su memoria de aquella primera ocasión, cuando Norma, Roberto y Amadeus nos visitaron en el hospital y luego en el departamento, ésta última vez cuando Alexiel tenía -aproximadamente- un mes de vida, y el Bebetón tres.
El hijo de Norma es hermoso. Tiene unos ojos inmensos que te miran con una tranquilidad increíble; su cabello es negro y abundante, seguro será un chico guapo en el futuro.
A pesar de que estaba ligeramente vuelta loca, Norma se veía muy bien ese día. Estaba contenta, y Roberto también.
Tal vez el menos contento de todos era el Bebetón, pues me imagino que eso de estar de brazo en brazo no debe ser del todo reconfortante... digo, quizá apenas le estás hallando el modo a unos brazos, cuando ya llegó un relevo listo para cargarte, supongo que eso ha de ser incómodo; pero no tanto como el ropón que Norma le puso al pobre niño y afortunadamente se lo quitó en el salón de la fiesta.
Alexiel, por su parte, solamente estuvo un rato -durante la misa- en los brazos de Luis; después lo depositamos en el portabebé y más tarde en la carreola (conocida también como "carriola"). Luis lo cargó un rato para darle de comer y después de un ratón, poco después de pasar por el brincolín y los columpios, ambos entablaron un gracioso diálogo con Roberto.
Estuvo lindo el bautizo del Bebetón. Me gustó verlo. Espero que en el futuro Amadeus y Alexiel sean amigos. Roberto dice que tal vez los dos pertenezcan a un grupo, en el que su hijo tocará la batería y el mío, el bajo... quién sabe... ya veremos... ojalá.


* Nota: Sobra decir que en la foto de arriba están Norma y el Bebetón, y en la de abajo, Roberto, Luis y Alexiel... pero aunque sobre, lo he dicho ya.

domingo, enero 06, 2008

ALE

Fue hace casi un año la primera vez que vi a Ale, entonces pensé que era una chava fresa, que a lo mejor no tenía ni la más pacheca idea de qué significaba trabajar en un periódico y que era una chava fresa (ya sé que lo dije dos veces, pero pensé que era MUY fresa).
Sin embargo, en los últimos ocho años de mi vida -quizá más o quizá menos- he aprendido que no se puede juzgar a la gente tan sólo por su apariencia, creo que si la gente se quedara con la primera impresión que provoco, difícilmente tendría personas a mi alrededor... y en cuestión de trabajo, decidí que lo mejor sería ver qué tal trabajaba la muchachilla.
La primera nota que entregó, unos días antes de que se incorporara al mini equipo, acalló mis pensamientos; era una simple presentación de un libro, pero la nota era clara, concisa y bien escrita, salvo detalles mínimos (la primera nota que hice para el info en 1996 fue verdaderamente nefasta). Así descubrí que tal vez podría tratarse de una chava fresa que escribía bien y tenía nociones del trabajo períodístico.
Al paso del tiempo me he dado cuenta que fue bueno no dejarme llevar por la apariencia... la verdad es que Ale es una chava súper chida, pero ante todo es alguien a quien admiro profundamente.
Poco a poco he ido conociéndola más y, por ello, respetándola muchísimo más.
Me cae bien, aunque a veces me contagia su neurosis y me hace entrar en pánico; me encanta que no acepta una sola fuente, para sus notas siempre busca y busca hasta tener toda, todita la información; no le da pena decir que no entiende y se esfuerza hasta que comprende todo para poder sacar la nota; me pregunta de vez en cuando y... la verdad... eso me hace sentir bien, pues me da la impresión de que no sólo soy el bulto que está frente a ella.
Eso es en la cuestión laboral, pero Ale en lo personal también tiene cualidades interesantes... en verdad es una muchachita admirable, a pesar de su corta edad tiene una fuerza impresionante; hay mucho qué aprender de ella.
Además, me parece interesante que está verdaderamente comprometida con cuestiones como indigenismo y derechos humanos, así que hay mucho tema de conversacíón con ella (en varios sentidos).
Me gustaría dar más detalles, pero creo que es preciso conocerla para obtenerlos.
Una semana antes de Navidad le tocó descansar de acuerdo al rol de la súper sección... un día de plano, caí en la cuenta de que ya le extrañaba, lo cual me resulta bastante curioso, pues el año pasado ni la hacía en el mundo y ahora ya está completamente integrada a mi vida.
Ella, Karelia, Eduardo y Monse, forman parte de este ciclo nuevo que estoy viviendo y que cada día disfruto más.



* Ale y yo.