jueves, noviembre 13, 2008

OTRA VEZ EN MIÉRCOLES


Hubo una etapa en que salía con Liliana y sus compañeros del periódico (en ese entonces yo estaba en prensa de la UdeG) prácticamente toda la semana; descansábamos los domingos. Cada día era un sitio distinto, llámese baresillo o restaurasillo o cafeterisilla (jajaja), el hecho es que siemprer había un sitio a donde caerle para tomar un par de chelas (o quizá dos pares o tres).

Después, el ritual se hizo los jueves y luego, cuando Mariana cruzó el charco, Liliana y yo comenzamos a salir los miércoles, acompañadas ocasionalmente por Norma y Karla.


El hecho es que desde hace unas cuantas semanas he comenzado a salir nuevamente en miércoles. Ahora ya no somos solamente dos personas (Liliana y yo), sino cuatro: Rebeca (Público), Ricardo (La Jornada), Lalo y yo (Informer).


La primera vez nos fuimos al baresillo del Hotel del Parque, pues un día que pasaba por ahí (me tomé una cerveza con J.Lo, de Mural, cosa que Rebeca no me ha perdonado aún) me dí cuenta de que las chels estaban a 10 pesitos. Así que después me di a la tarea de sugerir a los antes mencionados, que debíamos ir a degustar una poca de esa espumosa bebida.


Así fue... fuimos, y disfrutamos enormemente de esa oferta. Además, nos alcanzó el dinero para comprarnos unas papas bien chidas. A la semana siguiente regresamos al lugar, igual, disfrutando de gastar poco y tomar harto, aunque no se caracterizan por tener buena música.


En un afán por darle variedá a la fiesta, al siguiente miércoles nos fuimos al Californias (a 12 pesitos la chela), de ahí nos pasamos a La Santa a cruzarnos felices y contentos con los martinis (hasta Lalo salió hasta las chanclas de ahí, y eso que él no toma, pero como están tan suavesillos y riquillos los martinis, pos da la impresión de que uno se está tomando un inocente juguito).


Ya para la otra semana decidimos cambiar nuevamente de ambiente y nos fuimos al Coyote Rojo, un bar que está justo frente al Expiatorio (a un lado de donde vivía cierto astrólogo), donde dan hartas palomitas, buena música y videos, y la León está a 15 pesos, pero con el inconveniente de que cierran a las 12. Me parece que ahí fuimos dos veces más, la última ocasión fuimos a seguirla a casa de Rebeca.


Además, en un par de mini-ocasiones nos acompañó al Coyote el joven y ameno Alejandro (Mural).

La semana pasada el "tour" nos llevó al bar Xentro, en la esquina de 8 de julio y Piter Brunet. Cuando descubrimos que la Indio costaba 15 pesotes, decidimos cambiar de sede, a un bar sobre 8 de julio, entre Piter y Juárez, donde leíe en un cartel que la cubeta estaba a 120 pesos. Pedimos Victoria. Ahí nos acompañó Marcela (Mural), sin duda una divertida compañera de farra.


Ayer cambiamos nuevamente la sede, nos fuimos a una linda cantinita-bar, El Morelias, en Epigmenio ¿González?, a media cuadra (creo) de 8 de Julio. Esta vez no nos acompañron ni Marcela, ni Alejandro... e incluso la Rebequilla llegó a las mil, pero lo pasamos bien... como todos los miércoles lo hacemos.