Cuando Alexiel era Alien y estaba en mi vientre, nunca le puse una música especial para relajarse. Mi estrés estaba por los cielos y la única persona que me interesaba tener relajadita era a mi misma, así que cuando iba en el coche en lugar de poner a Mozart (bastante recomendado para los bebés), decidí poner algo de psycho, así que el Alien de mi vientre se formó con Psyton, GMS, Infected Mushroom, Skazi y Alien Project, entre otros. Incluso poco antes de cumplir los tres meses le regale al pequeño ser una visita a una fiesta rave que se realizó en un terreno al lado del CUCEA.
La verdad es que hasta ahora no me he atrevido a ponerle a ninguno de los dj's mencionados, pues aunque dice la gente que cuando los niños escuchan lo que escuchaban cuando eran "aliens", se tranquilizan bastante porque les representa un recuerdo de aquellos felices días en que no tenían que preocuparse ni llorar por nada.
En este momento Alexiel y yo estamos escuchando el soundtrack de Ghost in the shell, un anime bastante interesante en el que se pueden encontrar incluso algunos discursillos de Aristóteles que deveras te ponen a pensar profundamente.
Como la película de 1995 (escrita por Kazunori Ito y dirigida por Mamoru Oshii), la música de Kenji Kawai es excelente y aunque nunca la escuché con el Alien dentro, ahora Alexiel ha aprendido a disfrutarla y se deja llevar por ella, quizá, a un mundo místico de Japón, donde tal vez se encuentra con una que otra de las imágenes de la película.
Después de un largo rato de escucharlo llorar sin entender qué quería decir, finalmente se ha dormido en su cuna para dejarme escribir esta entrada. Estoy segura de que tanto él como yo estamos disfrutando harto de este bonito disco.
El soundtrack de Réquiem por un sueño (película del 2000 de Darren Aronofsky), de Clint Mansell, también ha resultado bastante relajante para él y para mi.