He escuchado a varias madres (cuyos nombres no escribiré aquí) que han sacrificado mucho de sus vidas por sus hijos. Incluso algunas de ellas dicen en el momento en que se encuentran con una madre novata como yo, que apenas estoy comenzando con los sacrificios. A veces preguntan: ¿has dormido? y si mi respuesta es no, entonces viene un rollo como "así es como una madre debe sacrificarse por sus hijos".
Hay un montón de historias de estos sacrificios. Estoy segura de que más de alguno de ustedes tienen la madre que le has contado lo mucho que se sacrificó para poder convertirlos en los niños fuertes y sanos que son ahora.
Hay revistas que hablan un poco de esto. El otro día me encontré un artículo en el que decía que la madre antepone las necesidades de su bebé a las suyas. Así, si el hijo tiene hambre y la madre también, ésta prefiere dejar de comer o hacerlo hasta las mil, siempre y cuando su retoño coma y duerma tranquilamente.
La neta eso es súper cierto. Ahora con Alexiel me he dado cuenta de lo difícil que es cuidar a un bebé y cómo a veces ni siquiera hay chance de comer bien, echarse una pestañita o ir al baño, pues las noches (las mañanas y las tardes) siempre son mutiladas por el llanto y hambre del pequeño.
Pero la neta es que tampoco se trata de un sacrificio, pues creo que las madres hacen esto encantadas, aunque las tripas hagan sus reclamos o las ojeras muestren lo contrario.
Así me pasa con Alexiel.Claro que hay días que me cae un poco mal precisamente porque no me ha dejado hacer nada en todo el día, pero al final siempre estoy dispuesta a atenderlo, aun cuando su llanto pueda resultar excesivamente molesto. Pero en cuanto me encuentro con sus ojotes y esa mirada tierna que tiene, la molestia y desagrado se convierten en arrepentimiento y me dedico a besar prácticamente cada partesilla de su ser.
En serio, no es un sacrificio... quizá masoquismo, pero sacrificio no.
Por eso me choca que las madres (y cualquier madre del mundo) eche ese rollo de lo mucho que se ha sacrificado por ti, por mi y por cualquier hijo de la Tierra. Yo no pedí sacrificios de mis padres y no seré yo quien diga en un futuro a mi Alexiel lo mucho que me sacrifiqué por él cuando vino al mundo... pues eso es algo que no he hecho. Al contrario, a pesar de lo difícil que puede ser es un gusto cuidar de él... así, con toda mi inexperiencia y con algo de instinto.
2 comentarios:
Hija, con este súper post, me voy a dormir. Pero desde ahora eres para mí la mejor madre. Tienes toda la razón y nada más que la razón en lo que sostienes. Un besote!!!
Hoy en el elevador una vecina -de esas ancianas amargadas que nadie quiere tener cerca- se puso a regañarme por que saqué a la calle a Chiara en mis brazos y no con el carrito. "Le das mucho calor, pobre niña", me dijo la muy amarga que no se enteraba que afuera estaba nublado y hacía mucho viento.
A huevo que mucha gente opina sin saber.
Es verdad que esto no es un sacrificio. Las mujeres que dicen eso no saben o no se acuerdan de lo chingón que es ver dormidit@s a sus hij@s, o sonriendo, o balbuceando, o haciendo pucheros, o escuchar su llando pidiendo nuestra presencia...
Felicidades por estar viviendo esto morrita...
Abrazo doble!
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