Cuando conocí a Karelia pensé que hablaba mucho... al paso del tiempo lo he confirmado. Pero es que tiene muchas cosas de qué hablar, siempre dice "traigo un chal" y se suelta hablando de tema vario, no necesariamente chismesillos (los cuales, por cierto, son bastante sabrosones con "Chalina", como le llamamos a veces), sino historias de salud, belleza, vino, enfermedades, drogas y situaciones que pasan por aquí y por allá.
Creo que puedo hablar de dos etapas en mi relación con Karelia en lo que va de este año y cachito que tengo de conocerla. La primera, cuando apenas comenzábamos a hablar, ella estaba en espectáculos, ocupando el sitio que dejó Vania cuando salió de la chamba, pero ojo, no era la editora, sino nomás llegó a meterse al lugar vacío que quedó. En ese entonces Carlitos (no entiendo el afán de llamarles a los muchachos por su diminitivo: Carlitos, Paquito... ¿no se dan cuenta que es muy gay? Claro, habrá quienes o sean, pero otros no) era el editor o quizá tan sólo pensaba que lo era y se daba el lujo de maltratar a la gente.
Recuerdo una vez que la madaron a cubrir el concierto de Álex Ubago en el Foro Expo. Al día siguiente, cuando hubo terminado la nota y se la pasó a "Carlis", éste vino hecho un "mostro" a decirle que estaba del nabo, que no decía cosas "importantes y vitales" (así lo entendí) para una nota de espectáculos, como por ejemplo, cuántos cambios de ropa hizo el wey. ¡Chale! La neta es que a mi me da lo mismo si se cambió tres veces o si no se ha cambiado desde el útimo concierto que dio hace tres meses, así que por ende, creo que se la cajetó por una pendejada del tamaño del mundo... sobre todo cuando, siendo honesta, ni siquiera creo que él haya sido un buen reportero como para convertirse en un "editor" tan exigente (por no decir mamón).
La neta me enojé muchísimo, me pareció un tono inadecuado, porque está bien que el "editor" le diga a "sus" reporteros qué quiere, pero tampoco se trata de gritar a los cuatro vientos lo "mal" que ha hecho el trabajo.
En fin, hablando de Karelia, recuerdo mucho ese momento. Después vienen a mi mente otros en los que no tuve mucha relación con ella, pues estando embarazada una normalmente no sale con la gente (a veces no la invitan, claro). Más tarde, cuando dejé de ir a trabajar, me llamaó un día para reunirnos antes de que naciera el "alien". Ale pasó por mi y al llegar al sitio ya estaban Karelia y Montse (otro caso, señoras y señores... jajaja). A mi regreso al trabajo, por a'i de agosto, ya empezó a haber una relación mucho más fluida y conforme pasa el tiempo fluye más y más y más.
El asunto es que Karelia me cae muy bien... es chistosona la muchacha. En verdad creo que el grupillo que formamos es bastante diverso y equilibrado. Una de las cosas que mas me gustan y respecto de ella, es que puede decir sin pena que no sabe o no entiende tal o cual cosa... digo, hay mucha gente que anda por la vida dándoselas de "súper acá", pero ella no. Lo que también es de destacar, es la capacidad que tienen para conseguir cosas, sea lo que sea, a través del teléfono. Por eso a veces pienso que estudió un doctorado en Gestión telefónica o algo así.
Además de la buena amiga que puede ser "Chalina", es la "guardiana de la dieta". A veces dan ganas de no verla, porque dice sin cesar: "eso no, porque estamos a dieta"; aunque claro, es bueno que lo diga, porque de otra forma nos tiraríamos despreocupadamente a los placeres del dulce y la grasa, con el respectivo cargo de conciencia posterior.
Sin temor a equivocarme puedo hablar por mis compañeros y decir que se le quiere bien a la morra, aunque tengamos diferencias, como ésa pasión desquiciada por los zapatos (que la llevó a las "Uropas" a comprar 11 pares) muy al estilo de Carrie, sí, la de Sex and the City.
Hoy ya la estamos esperando en el periódico, porque nos trae el "chal" del fin de semana... además de que va a pedir el café del día, pues a ella la consienten y se lo preparan más rico que a la bola de cualquieras que estamos aquí.