martes, abril 08, 2008

OPROBIO-ÉL


Amargosito y con un vocabulario exquisito es Eduardo, un muchachillo de 22 años que parece de 30 (jajaja... bueno, quizá un poquitín menos).
Ale y yo siempre hemos dicho que se ha convertido en una parte súper importante de la bolita que hemos formado en el periódico. La neta a mí ya me hacía falta alguien como él, con un humor tan fino que da miedo.
Me recuerda a aquellos tiempos en que Pancho era el amiguito de las muchachillas que trabajaban en Artes, el compilla al que se le podía contar las historias más tristes y felices de nuestras vidas.
Pero Pancho era más amigo de Liliana, ambos eran un par de linduras. Digo, Pancho quesque era el "solecito" del Pollo.
En cambio Eduardo es como el chocolate amargo de las "gorditas", como nos llama el maldito infeliz.
Amargo, sí... pero al final de cuentas un chocolate con el que se desea estar un rato y pasarla bien. Con él se puede hablar de cualquier cosa... ab-so-lu-ta-men-te cualquier cosa.
Lo pasamos bien con él... tanto, que incluso a veces hasta peleamos por darle un aventón (o sea, ¡habrase visto!). De hecho el otro día Karelia lo llevó a su casa y Aurora, que le ha insistido muchas veces que ella lo lleva, se enojó porque no le ha tocado su turno.
Jajaja...
Es chido encontrar gente como Eduardo... me recuerda un poco a cuando entré por primera vez al Info y conocí a Laura, que era 10 años mayor que yo.
No cabe duda que mucho de lo que vivimos se repite una y otra vez en nuestras vidas. Ahora siento que vivo una repetición, pero al revés. Aunque claro que Eduardo (u Oprobio, como él se hace llamar) es menos ñoño de lo que era yo hace casi 12 años.
Todavía me hace falta hablar de otras dos fichitas del nuevo club... pero ésa es otra historia. (¡Ja!)

3 comentarios:

Oprobio dijo...

Me veo de la verga en esa foto, pero está chida.
Gracias por esos piensos y percepciones que tienes acerca de mi fina persona. Sabes que se te estima, mi querida futura-ex gordita =)
Vaya que es cabrón convivir entre tanta hormona en el trabajo. Pero qué bonito me la paso.
=)

Anónimo dijo...

Qué bello todo él! Lo que más me gusta es que se refiere a nosotras como un puñado de hermosas gorditas que destilamos hormonas.
Pero se le quiere a este bonbón de chocolate, o como dijera Ninel " bonbón asesino"

Francisco Rojas Cárdenas dijo...

Lo admito, ciento celos, jaja. Pero me agrada la idea de que haya alguien que las cuide. Chido por el Eduardo, heredero de pesares ajenos... Ya nos conoceremos y tomaremos unas chelas.

ABRAZOTE