Ahora que me ha dado por subir hartas fotos al Feisbuk, me he puesto un poco nostálgica al encontrarme con ésa que ya no soy ahora. Para empezar ya ni me veo tan joven como antes, simplemente porque ya no lo soy (aunque creo que en el fondo no he perdido mi encanto... jajaja); y por otra parte, ya no tengo ni por asomo el aguante fiestero que tenía antes.
¡Qué esperanzas que en estos tiempos pueda irme de farra a La Santa, la Mutua, el Calavera, el Prana, el Angels, el Mónicas o el Circus y de ahí pasarme feliz de la vida al Lido, para terminar la jornada festiva en el depa de alguna de mis amigas! No... simplemente imposible.
Sin embargo, me emociona el recuerdo de esas arduas jornadas que iniciaban justo al salir de mi trabajo, teniendo como punto de reunión el departamento de Mariana en Niños Héroes o en Morelos... pero al mismo me pone un poco triste.
La verdad extraño mucho aquellos tiempos. Claro que disfruto enormidades lo que tengo ahora (Luis y Alexiel y mis compañeritos de chamba), pero hay tantas anécdotas en el disco duro de mi memoria y en uno que otro archivero de mis adentros, que quisiera repetir por lo menos una vez más... que si las micheladas de litro, las visitas veloces al Américas (plagado de calientes feos y uno que otro guapillo), los jueves en el Lima y el Calavera, los miércoles de martinis, la prolongación festiva en el A dónde, las noches de canciones de Marisela, Belanova y el Bisbal que nos teníamos que fletar como cortesía de Mariana, el caldito de pescado de Chuy en La Mutua, el choquesillo en el seven-eleven que nos auspició unas cervezas, las piedras rompe vidrios, los encuentros con Sergio, las "donitas" en casa de Liliana y miles y millones de cosas más por contar.
Por lo pronto me conformo echando un vistazo a las fotos que cuelga Mariana en el Fesibuk, también del recuerdo, y las que ya he puesto yo.
En unos días más vendrá Pollo, tengo hartas ganas de verla y de pasada echar un vistazo al cajón de los recuerdos. Ojalá estuviera también aquí, manque sea de pasada, el otro Pollo.
Es increíble que después de haber compartido tantas y tantas historias a lado de Mariana y Liliana, hoy ninguna de las dos esté siquiera un poquitín cerca.