viernes, abril 27, 2007

CERCA


Ayer tuve cita con mi ginecóloga y todo va bien. Se sorprendió un poco de ver mi bien formada y linda panza (jajaja), pues dice que se le fue la onda y pensaba que apenas iba por el sexto mes. Pues no, ya estoy en el séptimo, por lo tanto solo me faltan dos meses para explotar y sacar al Alien de mi ser. De hecho dice que incluso en siete semanas y media podría salir.
Mientras pasa el tiempo solo me resta esperar, seguir cargando la panza que cada vez es más pesada y me impide moverme con facilidad. Seguiré disfrutando la maravillosa sensación de caminar tres cuadras y sentir que se me acaba el aliento, y qué decir de cuando tengo que subir escalones (todos los días para llegar a la chamba), que realmente me hacen suspirar de emoción. Si no fuera por todas esas cositas mágicas y maravillosas, este embarazo sería verdaderamente aburrido. ¡Qué lastima que en unas semanas más tenga que incapacitarme y dejar de disfrutar de estos momentos de alegría infinita!
¡Chale! Espero que pase rápido el tiempo... ya no quiero trabajar, ni estar pensando en si consigo o no información para hacer uno de los súper geniales y poco oportunos especiales que nos obligan a hacer.
En fin... habrá que concentrar la energía en seguir pensando cómo irá a ser mi pequeño Alexiel.
Bueno, volviendo a la cita de ayer. Me contaba Liz, mi ginecóloga, que el Alien sigue perdido en el espacio, que a pesar de que ya es tiempo de que empiece a acomodarse y ponerse de cabeza en espera de la gran expulsión, él está feliz de la vida echo bola en la bola que es mi panza. La verdad yo ni siquiera pude distinguirlo en el "eco", aunque Liz me decía que ésa era su cara y aquella su mano, yo jamás me di por enterada y eso que pensé que quizá esta vez podría verlo mejor. El caso es que dice quesque el niño está muy hermoso y que se la pasa succionando su mano.
Por la noche le enseñé a Luis el video... pero él tampoco pudo ver nada. En verdad son confusas esas imágenes, quizá habría que cursar una especialidad en ginecología y obstetricia (¿se escribe así?) para poder ver en la infame pantallita. Pos gúeno, como sea... así está el asuntillo.
Como sea la situación no deja de causarme cierta emoción... insisto, ya quiero ver qué cara tiene este ser y seguramente después querré saber cómo será su voz...
Paciencia, eso es lo que debo tener por ahora. Así que cerraré mis ojuelos en busca de un poco de paz y tranquilidad, y tan solo evocaré en mi cabeza imágenes de lo que podría ser... al fin y al cabo, ya está cerca la fecha de encontrarnos.


lunes, abril 16, 2007

¡QUE LO ABRA, QUE LO ABRA!


El martes pasado, a las 10:44 de la noche, Norma parió. El jueves por la mañana pude verla y encontrarla feliz de la vida con su pequeño Roberto Amadeus. Yo ya me imaginaba, desde antes de ir, que eso iba a mover muchas cosas dentro de mi... y así fue.
La verdad me dio harta emoción. Cuando ella andaba por su tercer mes yo llegué con la noticia de que también estaba embarazada, la diferencia era que Norma lo deseaba profundamente y para mi había sido un pequeño error que se me escapó de las manos.
Al paso del tiempo me empezó a dar más gusto y aunque ella presumía gustosa a su "celulita", yo seguía refiriéndome (del mismo modo que lo hago hoy) a mi "alien", que si bien puede sonar un poco duro y quizá medio gachito, ésa no es la intención.
Claro que el embarazo de Norma y el mío fue completamente distinto. Cada vez que nos veíamos ella decía que se sentía genial, que estar embarazada era la onda y que deseaba embarazarse de nuevo apenas naciera su "celulita". Yo, por el contrario, me la pasé (y me la he pasado) quejándome... y es que la neta es que yo he tenido náuseas todo el tiempo y no sólo los tres primeros meses como se supone que es. Además la sensibilidad de los olores fue extrema, los dolores de cabeza, la súper hinchazón de los pies... la verdad ha sido horrible, pero hace tiempo que me resigne y creo que lo he superado, incluso ya hasta me parece normal.
Justo cuando yo empecé en este camino de la resignación, a ella le empezaron a pasar cosas ligeramente molestas... ésas que me han hecho entender porque la gente dice "aliviar" en lugar de "parir", pues -insisto- efectivamente el embarazo parece una enfermedad... una enfermedad de 40 semanas de duración.
Pero la verdad es que ya no me dan ganas de profundizar en lo feo y cansado que esto puede resultar. Ahora pienso en otro tipo de emociones que provoca este estado. Así vuelvo a la razón por la que empecé a escribir. Norma ya parió y eso me ha dado mucho gusto y ha provocado en mi harta ansiedad.
Ya quiero abrir mi regalo, porque siento que eso es... una sorpresa que ha sido guardada en una envoltura con forma de pelota. Ya quiero abrir el regalo, pero todavía me faltan 11 semanas. La verdad es que la sensación es terrible: imagina que te dan desde ahora el regalo de Navidad, pero tienes que esperar hasta el 25 de diciembre para abrirlo. ¡¡O sea... falta un CHINGO!!
Ya quiero ver cómo es el ser que traigo en mi vientre, quiero ver qué cara tiene, qué gestos será capaz de hacer (si se parece a mí, seguro serán muchos), cómo es su cabello y el color de su piel, cuánto pesa, cuánto mide... TODO... ya quiero saberlo todo.
Por lo pronto me consuelo sintiéndolo ocasionalmente, porque me parece que duerme mucho (espero que así sea siempre).
En fin... habrá que esperar algunas semanas más para abrir el regalo y en tanto eso sucede, voy a comprar algunos regalos para la llegada del GRAN regalo.

viernes, abril 13, 2007

ADENTRO


El ser que habita en mi interior...
es un ángel...
pero no es de esta tierra.
El ser que habita en mi interior...
es Alexiel.

miércoles, abril 04, 2007

¡GENIAL!

El clima ha estado genial últimamente, así que dan ganas de saltar de alegría como Bob Esponja lo hace junto a las medusas en esta linda imagen.
En realidad no sé bien si realmente es el clima o es esa sensación de las vacaciones y aunque aún no me tocan las mías, me siento tan relajada y fenomenal como hace mucho no me sentía.
Claro que me gustaría quedarme en casa con Luis, acostadita en la cama, tirando la súper hueva todo el día... y en verdad lamento tener que irme al periódico a rascar debajo de las piedras en busca de notas más o menos decentes. Pero sé que por ahora no puedo y quizá esa conciencia hace que no me sienta del nabo... o tal vez también es que sé que en unos días voy a poder hacerlo (nos vamos a Mazamitla un par de días, a partir del lunes) y por otra parte me tranquiliza que hay menos tráfico de lo habitual y también el calor ha bajado considerablemente. Todavía hace, pero al menos ayer nos dimos el lujo de disfrutar de una lluviesilla que básicamente sirvió para dejar los coches puerquísimos, pero también estuvo chido sentir cómo caían las gototas sobre mi ropa refrescando mi cuerpo.
A mi no me importo que eso significara que después haría un calor de la fruta, simplemente disfrute lo fresco del agua y la sombra inmensa que provocó una nube enorme en algunos sectores de la ciudad.
Hoy sí hizo calor, pero no tan nefasto como hace unos días... y por otra parte en el periódico ha estado harto juerte el aigre acondicionado, a veces hasta dan ganas de ponerse un suéter. Sinceramente creo que es una bendición que suceda esto en pleno abril, cuando comienza el calor que no quiero ni imaginar cómo estará en mayo, cuando tan sólo falten pocos meses para "aliviarme" de esta enfermedad que es el embarazo, y en los últimos días del mes, cuando ya tenga permiso de incapacitarme para esperar la llegada de este alien que me da unos días hermosos y otros verdaderamente nefastos.
Por lo pronto hoy estoy contenta (a pesar de que aún no salgo del trabajo y hoy por la mañana tuve mil de náuseas) porque el clima se siente rico, porque hoy no me duele casi nada (aunque la sensación del caballito de farmacia continúa) y porque ya en unos días, a partir del domingo, podré disfrutar más a mi Cora.
¡Qué ricas son las vacaciones... aunque no sean totalmente de una!