martes, enero 15, 2008

BEBETÓN



El domingo pasado fue el bautizo del Bebetón, alias Roberto Amadeus Pulido Barrera (o sea, el hijo de Norma y Roberto).
Hace mucho que Alexiel y Amadeus no se veían cara a cara... y seguramente para ellos ésa fue la primera vez que se encontraron, pues no creo que haya registro en su memoria de aquella primera ocasión, cuando Norma, Roberto y Amadeus nos visitaron en el hospital y luego en el departamento, ésta última vez cuando Alexiel tenía -aproximadamente- un mes de vida, y el Bebetón tres.
El hijo de Norma es hermoso. Tiene unos ojos inmensos que te miran con una tranquilidad increíble; su cabello es negro y abundante, seguro será un chico guapo en el futuro.
A pesar de que estaba ligeramente vuelta loca, Norma se veía muy bien ese día. Estaba contenta, y Roberto también.
Tal vez el menos contento de todos era el Bebetón, pues me imagino que eso de estar de brazo en brazo no debe ser del todo reconfortante... digo, quizá apenas le estás hallando el modo a unos brazos, cuando ya llegó un relevo listo para cargarte, supongo que eso ha de ser incómodo; pero no tanto como el ropón que Norma le puso al pobre niño y afortunadamente se lo quitó en el salón de la fiesta.
Alexiel, por su parte, solamente estuvo un rato -durante la misa- en los brazos de Luis; después lo depositamos en el portabebé y más tarde en la carreola (conocida también como "carriola"). Luis lo cargó un rato para darle de comer y después de un ratón, poco después de pasar por el brincolín y los columpios, ambos entablaron un gracioso diálogo con Roberto.
Estuvo lindo el bautizo del Bebetón. Me gustó verlo. Espero que en el futuro Amadeus y Alexiel sean amigos. Roberto dice que tal vez los dos pertenezcan a un grupo, en el que su hijo tocará la batería y el mío, el bajo... quién sabe... ya veremos... ojalá.


* Nota: Sobra decir que en la foto de arriba están Norma y el Bebetón, y en la de abajo, Roberto, Luis y Alexiel... pero aunque sobre, lo he dicho ya.

1 comentario:

Francisco Rojas Cárdenas dijo...

La verdá la verdá, sí están galanes los dos muchachos. Ya me encargaré, más adelante, de explicarles dos o tres cosas acerca de la vida. Felicito a las dos madres y a los dos padres porque se nota que los hicieron con amor y no en un rapidín.

BESOS