lunes, mayo 16, 2011

LA TAL PEKITAS

Si Alejandra fuera un personaje de ficción, probablemente sería Tarzán... sí, ya sé que Tarzán es hombre, pero la verdad es que no puedo pensar en otro que sea mujer y que tenga el don, o el simple poder, de comunicarse con los animales. La verdad dudo mucho que Alejandra lo pueda hacer... pero no me cabe ni la menor duda que seguramente sería algo que le gustaría.

Conocí a Alejandra a través de Karelia... seguido la escuchaba hablar de ella: que si Ale pequitas esto, que si Ale pequitas aquello y bla, bla, bla.

La imaginaba chaparrita, gordita y blanca, pero nunca se me ocurrió pensar en el tono de su voz o si realmente estaría llena de pecas para que su adjetivo fuera "pequitas"... no, nunca hice esa conexión.

Cuando la conocí me di cuenta de que no era gordita... su estatura es... bueno, es difícil saberlo cuando estoy acostumbrada a que la mayoría de la gente sea bajita... supongo que es normal. Sólo atiné en la idea de que era blanca.

Al principio, como suele ocurrirme, decidí medir mi confianza... en estos días una nunca sabe cómo es realmente a gente que conoce por a'i. Poco a poco, como suele ocurrir, comencé a conocerla a profundidad, aunque de entrada apenas conviví con ella 11 días, después se fue de vacaciones ocho días y a su regreso... ya no me acuerdo qué, ni cómo, ni cuándo.

El caso es que Alejandra es una muchacha rara... sí, parece que es mi palabra favorita para describir a la gente, aunque en el caso de Ale pekitas hay varias diferencias.

Es difícil pensar que tenga el potencial (que en realidad posee) para mentar madres por doquier... es como un ser amargosito en un momento y segundos después se convierte en un pedacito de miel y dulzura. Por eso me cae bien, porque su humor vuela de un lado a otro, porque a veces es incomprensible, porque debajo de esa dureza hay un ser con mucha luz. No sé realmente si ella esté consciente de esto.

Para conocerla bien, hay que quitarle los tres millones de capas que tiene encima... me recuerda a Shrek y el asunto este de la cebolla.

Como suele suceder con la gente que uno conoce en los trabajos, creo que difícilmente podríamos ser amigas si nos hubiésemos conocido de otra forma: a ella le gustan las flores en la ropa y a mí no; ella ama Venezuela, y yo simplemente me acuerdo de Los chamos; a ella le gustan los colores claros y a mí esos me provocan repulsión; ella tiene entre sus gustos musicales (según Facebook) cosas horribles como Alejandro Fernández, Juanes y Camila, a mí todo eso me provoca un gran GUIU; a ella le gusta Harry Potter y a mí sólo me queda respetarla por eso; aunque bueno, tal vez podríamos ir al cine juntas o sentarnos a ver la tv con una bolsa de papitas o un brownie.

Mmmm... quién sabe... creo que aún hay mucho por conocer de esta Ale pekitas que ayer celebró su cumpleaños. Japi berdei tu llu!!!





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