miércoles, julio 16, 2008

PARA VER TEATRO


Me gustaba ir al teatro y encontrarme a Héctor Caro, uno de los mejores actores que -en mi opinión- ha habido en Guadalajara.

Al salir, le preguntaba qué le había parecido el trabajo y a partir de ahí comenzábamos a platicar largo y tendido de lo que había sucedido en escena, las entradas y salidas de los actores, el ritmo, la proyección de la voz, la iluminación, la dirección, el sentido de la obra...

Escucharlo provocaba en mi mente una repetición en cámara lenta de las imágenes que antes había visto, con algunos acercamientos a detalles que quizá no había notado y él me hacía ver con más claridad.

Hoy recuerdo esas charlas y cada vez que veo una obra, trato de verla a través de los ojos de Héctor.

Anoche fui a ver una obra, con principios de una gripe espantosa que me ha tenido en pésimo "mood", pero al salir no pude definir en mi cabeza si había sido un buen trabajo o no. Pienso que quizá no lo vi bien, pues no estaba en mis cinco sentidos (el de la vista se nublaba con el acumulamiento de mocos en el del olfato). Y la verdad es que me hubiera gustado encontrarme a Héctor Caro para que me diera su opinión y charlar un poquitín en torno al asunto. Aunque había otros teatristas con los que puedo entablar una charla bastante rica, como es el caso de Eduardo Villalpando, la verdad es que no es lo mismo.

Extraño a Héctor y ni siquiera sé en qué parte del mundo está o en qué circunstancia o qué.

Tengo muchos recuerdos de ese gran actor, que me encantó en su papel de Divino Pastor Góngora y muchos otros más, pero sobre todo esas charlas ricas no solo de teatro, sino de un chorro de temas, incluso trivialidades...

Sí, para ver mejor el teatro me hace falta Héctor Caro. ¿Dónde estás que no te veo?

* Lamento poner esta foto... es malísima, pero la única que encontré de Héctor y justamente en la que hace el papel de Divino Pastor Góngora, bajo la dirección de Javier Serrano.

2 comentarios:

tona dijo...

eso es bien chido, poder compartir gustos por algo y necesitar de ese "partner" y pedirle su opinión, alíviate pronto!!

Karelia Alba dijo...

Ya se... esa es parte de la mágia del teatro que a veces evoca nostalgia y remueve los recuerdos, nos gusta o no, pero siempre las imágenes persisten y las ligas emocionales que creamos en torno a ello echan raíces en lo más profundo de nuestro ser.