Me pidió la llave, abrió el tanque, puso la manguera en el "hoyito" y se fue por el aceite de transmisión. Abrí el cofre y dejó las botellas ahí y se fue por lo faltante. Regresó con líquido para... mmm, no sé, para otra cosa que no era lo que le pedí.
"No -le dije-, era de frenos".
"Perdón, pensé que me habías dicho...", y se fue por el correcto.
"Pues en qué estás pensando, mi chava", le dije, pero así nomás, sin ninguna intención.
"Es que fíjate que mi hijo de 18 años -me dijo- se peleó con mi cuñado... él cumplió 38 años en septiembre del año pasado".
Me quedé en shock. Chale, la doña quería platicar y pues ni modo, se me da eso de que me platiquen cosas.
"Le ganó mi hijo. Lo que pasa es que yo estoy separada de mi esposo desde hace 12 años y desde hace cinco somos pareja, y mi cuñado nunca se cuida de donde habla, y el otro día estaba en la tienda de por la casa y estaba hablando, casi gritando, cosas de mi y la novia de mi hijo lo escuchó. Entonces le dijo a mi hijo: 'tu tío está diciendo esto y esto de tu mamá'. Mi hijo se enojó mucho y me dijo, y yo le dije a mi cuñada que le dijera a su hermano que no estuviera diciendo cosas o que al menos se cuidara de dónde las dice".
"Claro", dije.
"Entonces mi cuñado, que estaba ahí, empezó a decirme de cosas y llegó mi hijo y le dijo que no estuviera diciendo cosas de mi y que me pidiera una disculpa, pero mi cuñado es bien hocicón, entonces retó a mi hijo y mi hijo le dijo 'órale'. Se quitó el reloj (el cuñado) y se los dio a un achichincle que anda siempre con él, y le dijo a mi hijo 'orita nomás te voy a dar dos putazos'; entonces lo retó y mi hijo le entró".
Me contó que el cuñado lo jalaba para que se partieran la madre en la calle, a plena avenida, como queriendo mostrar a todos que le iba a dar en toda la torre, pero su hijo lo jalaba hacia la banqueta. El caso es que ahí, en la calle, se empezaron a agarrar a moquetazos...
"Y en una de ésas, el achichincle le brincó a mi hijo a la espalda y lo agarró para que su tío (el del chavo) le pegara por adelante. Pero ahí estaba mi otro hijo, que es más grande, y lo agarró (al achichincle) y le dijo 'déjalos hijo de la chingada', y entonces su esposa (la del cuñado) también se quiso meter y yo la agarré: 'espérate cabrona' (le dijo)".
Al final, el hijo le dio en toda la "moder" al tío, "y ya mi suegra ni me habla".
Y entonces vino el examen: "Pero a ver, ¿quién tendría que defenderme?", me preguntó. "Pues... (moví la cabeza)...". "Claro, ¡mi pareja!", exclamó.
Como ya estaba tan compenetrada con la conversación, le pregunté si él estaba enterado del pleito callejero. "Claro que sabe, nomás que se hace pendejo. Pero mira, yo le voy a decir 'oye, qué onda... porque aquí tú debiste defenderme' y lo voy a mandar a la fregada".
"Claro -le dije otra vez-, porque si no lo ha hecho (defenderla) eso quiere decir que lo único que le importa es...".
"Sí... y pues así no, mejor que se vaya", dijo, cerró el cofre de la camioneta, me dio mis llaves y pagué.
"¿Ya ves por qué ando distraída?", me dijo.
"Sí, y con toda razón", le dije y nos despedimos.
¡¡¡Qué buen chal!!!
1 comentario:
¡Ay cabrón! Y todo por andar preguntando poquito que qué pedo. La verdad es que a veces la banda está como solita y pos si le dar cuerda, te cuentan toda su vida. En fin, igual le hiciste un buen paro.
Un abrazote, ¡postea más seguido!!!!
Publicar un comentario